lunes, marzo 05, 2007

RETRATO - ANTONIO MACHADO






Antonio Machado y Ruiz nació en Sevilla en 1875.

Fue un hombre bueno, ensimismado, de sobria y honda sensibilidad. rehuyó siempre los honores, y se le veía siempre paseando solo, o escuchando en silencio a sus compañeros de tertulias. Sólo su mirada "tan profunda" parecía arder.

LOS ULTIMOS DIAS DE MACHADO EN CATALUNYA - Por Felipe Sérvulo



Retrato



Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido-
ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

4 comentarios:

Antonia Romero dijo...

Me gusta mucho Machado porque es de esos poetas que habla de cosas que entiendo, de cosas que siento.

Un abrazo, Charo

Felipe Sérvulo dijo...

Muchas gracias por la referencia. En el próximo artículo hablo de sus últimos días en Cotlliure, a donde volveremos en octubre. Ya sabes: unas flores sobre su tumba, una palabras de recuerdo y la misma luz y la misma tierra que le vio morir.
Disfruto de tus cosas, paisana. Eso que tiene de bueno lo que llaman blogosfera.
Abrazos mil.
Felipe

Charo Bolivar dijo...

Gracias Antonia y Felipe.

Nos une ese amor por Antonio, un poeta del pueblo y que escribía con el lenguaje del pueblo. Quizás por eso se le ame más, no sé. Me acompañó gran parte de la adolescencia, y ahora le he vuelto a recuperar.

Clarice Baricco dijo...

Comparto también a tu poeta.
Es profundo.

Saludos